."Me encantaria".

Tenés en tus manos las mias, estoy a punto de rogarte piedad. No debe haber algo más domesticable que un corazón sensible, y mis latidos y poder se dejan acariciar. De pronto una especie de rayo que surge entre nuestras manos, calor tibio de quien ya nada siente cuando siento todo por quien miro. Y la lluvia, y la oscuridad, y mis miedos, y mis dedos extendidos buscando los tuyos. Y mi soledad entregada a su suerte, mi buena suerte. Y el deseo. Y mis promesas hechas en silencio sobre tu pelo. Y el maldito destino escrito, en una hoja amarilla que veo volar con el viento. Y el dolor y mis secretos, que ahora compartimos. Me soltás, y la luz se va con tus manos hacia la fuente de energía poderosa que la atrae y que me atrae. Es imposible sentirme mejor cuando no soy otra cosa que vos. Estoy a punto de rogarte piedad, amor.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Pensamientos que nacen cuando cae la noche.