Psicología de las masas: Un mundo de influencias

1 comentarios lunes, 19 de octubre de 2009

El comportamiento de una persona bajo una determinada circunstancia, individual o colectiva, no resulta ser siempre el mismo. De hecho, cada uno de nosotros puede observar un acontecimiento o idea de diferente manera, con matices que aunque sean notorios, podrían llevarnos a una misma conclusión. Seguramente el ejemplo que mejor explica esto es sin dudas una movilización popular: si somos parte de ella opinaríamos de una forma, y si sólo fuéramos espectadores de esa movilización, de otra.

Esta suerte de dicotomía entre los pensamientos que se tienen como individuo y aquellos como parte de un conjunto de personas fueron materia de estudio desde hace más de un siglo. El concepto de Sigmund Freud acerca de la conformación del aparato psíquico no sólo aportaron la explicación del comportamiento de una persona, sino que abrieron la puerta a otra instancia: nuestra manera de pensar o actuar en masa puede ser distinta. Somos influenciados, en definitiva.



La masa y sus razones

Se tomó como ejemplo para explicar la Psicología de las masas y su comportamiento, una película acerca de uno de los hombres más importantes de la historia, que propició con sus acciones profundos cambios políticos: Gandhi.

¿Qué podría generar tanta adhesión en la población de la India de mediados del siglo XX?. El análisis trasciende la imagen de ese hombre pequeño y tranquilo: la explicación de su poder está presente en la masa que lo ha situado en el lugar de líder. Ninguno de nosotros podría asumir ese rol sin el apoyo masivo de una masa; en el caso de Gandhi, el pueblo de la India le encomendó la misión de liberarlos de la opresión inglesa. A este sentimiento de unión Freud lo llama esencia de la masa: a partir del anonimato que genera se suspenden las represiones individuales y se piensa, siente y actúa de manera distinta. En una parte de la película un joven Gandhi dejó en claro su pensamiento diciendo: “No daremos golpes, pero los recibiremos. Y a través del dolor les haremos ver su propia injusticia” El conductor pasa a ser vocero y representante de aquellos que lo eligieron, y es el encargado de llevar a cabo los deseos de esa masa.


Amor sin barreras

Ya hablamos del sentimiento entre los miembros de la masa. La explicación del porqué pueden tener esos lazos sentimentales quizás esté en el amor. Pudiendo esa palabra significar afecto hacia algo o alguien (se puede amar tanto a la Literatura como a un familiar directo o pareja), Freud cree que es la base que mantiene en unión a los integrantes de la masa, y lo que se aprecia como sugestión, esto es, seguir las decisiones de la persona que encarna al líder, en realidad encubre el acto de amor, explicado desde el placer y no desde la sexualidad específicamente. Un ejemplo dentro de la vida de Gandhi ha sido su esposa, que respondía así a la pregunta de un periodista:

¿Cómo hizo usted para aceptar el oprobio de la prisión?.
Ella contestó:
“Mi dignidad viene por seguir a mi marido”.



Gandhi, el pacificador.

La película “Gandhi” fue realizada en el año 1982 a través de una coproducción entre el Reino Unido y la India. Durante algo más de tres horas se narra la vida de Gandhi en su juventud, dentro de una India bajo el dominio inglés. Interesado por la situación política en su país, al final de la primera guerra mundial se alineó con el Frente Nacionalista hindú. Su plataforma política rechazaba el levantamiento armado, hasta allí una práctica común, predicando el lema de la no violencia. Recién el 1947 la India tuvo su independencia, de la que Gandhi fue ideólogo y activo participante de los debates. Un año después muere asesinado por un fanático mientras intervenía en el conflicto territorial entre hindúes y musulmanes.

Particularidades sobre Mahatma Gandhi: técnicamente nunca fue líder de ninguna nación, aunque tuvo un poder similar durante más de veinte años en la India; su ascendente sobre la masa no lo utilizó para fomentar la violencia, aunque esto no evitara que el ejército inglés actuara armado, y finalmente, cambió su seguro bienestar económico por vivir de forma austera. Esta último explica porqué entre otras cuestiones, era respetado y seguido: la identificación entre los miembros de la masa.

Identificarse con el líder de una masa implica que un cierto número de personas puedan ver en él sus propias acciones. Recién llegado de Sudáfrica y ya de pleno en la vida política de la India, a Gandhi se le preguntó el porqué usaba túnica: “He elegido vestirme como mis colegas prisioneros” dijo, en alusión a los hindúes bajo dominio inglés. Para Sigmund Freud es la forma más completa y natural de unión entre un miembro de la masa y un objeto, y lo ubica como antecedente del complejo de Edipo. Una necesidad de definir roles que Freud explica con el ejemplo de una niña que tiene el mismo síntoma de la madre, una tos persistente. El síntoma expresa amor hacia el objeto (padre) a través del sufrimiento, y lo llama formación histérica del síntoma. Y puede ser a la inversa, tomando la niña la tos que su padre tiene, modificando los roles: la identificación ocupará el lugar del objeto elegido, y el objeto regresará a ser identificación.
La masa pudo sentirse representada en Gandhi, quien sin embargo no era en sus comienzos “uno de ellos”, ya que su origen no era humilde, como el de la mayoría. Esto no fue obstáculo para una identificación de la masa para con él, quien no sólo adoptó la misma manera de vestir de todos, sino que también encarnó las luchas sociales por la independencia, hasta allí realizadas de forma violenta.

La masa sin cantera

Así como la cantera es el lugar desde donde se extrae la piedra, la masa o multitud también extrae sus comportamientos desde la misma concepción. Freud traza un paralelo entre la masa y la horda primordial, siguiendo los lineamientos de Charles Darwin. La imagen de una persona a modo de líder, fuerte de carácter, que es seguida por el resto del grupo, hasta concluir violentamente con él. La masa, en opinión del padre del Psicoanálisis, es un volver a la antigua concepción de horda.

Aquí es donde la Psicología individual y de masas se mezclan. Un líder de una horda primordial podía ser reemplazado por un descendiente directo, acción para la cual el líder impide la concreción de las aspiraciones sexuales directas a sus hijos, lo que derivó en la abstinencia, y en un sentimiento de afecto tanto para con él como entre ellos mismos.
Existe en consecuencia una simbiosis entre las dos concepciones: un elegido conductor de la masa (con idénticos poderes que un padre de horda primordial); ante una masa que quiere ser gobernada a través de alguien con autoridad.
El “padre”, líder (por caso, Gandhi) pasa a ser el ideal de la masa, sustituyendo en cada individuo, al ideal del yo por el yo. Aplicado al ejemplo, Mahatma Gandhi no ocultó su ambición de poder, más allá de quizás no hacerlo ostensible, pero nunca rehuyendo del “designio”: la película muestra cómo él mismo poco a poco se fue convenciendo de su capacidad de mando y de la influencia de sus palabras, primero para con el pueblo de la India, y luego con el peso político de sus opiniones.

Comprendido que el integrante de la masa resigna individualmente su propio ideal del yo para transformarlo en ideal de masa a través de un líder, existen ocasiones en las que la separación no es nítida. Una instancia dentro del yo.
Se refleja en la elección misma de aquella persona elegida. El perfil del líder coincidirá para el resto con aquello que se busca o necesita. El “candidato” lo hará notar a través de su fuerza (su líbido, diría Freud) y carácter. Los demás integrantes de la masa logran “ver” en él esa fuerza y rápidamente se identifican.
Aplicado a Gandhi, su lucha fue la de hacer notar que siendo minoría al principio su pensamiento (“Aun siendo una minoría de uno, la verdad es la verdad”, dijo), el pueblo de la India era en cantidad mucha más gente que los soldados reales. Su táctica consistió en hacer notar este detalle mas que importante a los representantes ingleses:

¿Y cómo cree que los soldados nos iremos?, le preguntaron.
Respondió Gandhi:
“Caminando...ustedes son 150.000 soldados
y nosotros 250 millones de habitantes.
No creo que haya inconveniente en que caminen”.



Donde quiera que voy, adonde quiera que estés.

Así como una hinchada de fútbol canta en la tribuna una especie de “declaración de principios” de amor hacia el club del que es simpatizante, los seguidores de Mahatma Gandhi también demostraban fidelidad hacia él, aun a costa de ver peligrar su integridad. Existen en la película dos instancias clave:
En la primera de ellas (finales de la década de 1920), una multitud al mando de Gandhi ocupa un pueblo llamado Amristar, en reclamo de sus derechos como antiguos dueños de esas tierras. El ejército inglés decide atacar a la multitud, sabiendo que estaban desarmados. Gandhi desde prisión instó a la gente a que permanecieran en el lugar. Hubo allí más de 15.000 muertos, entre mujeres y niños. La película refleja a un Gandhi quizás con cierta inocencia de lo que los ingleses podían hacer sobre el pueblo. Y ellos, como masa seguidora, confiaron en ese líder y su convicción de que no atacarían.

La segunda de las imágenes rescatables de la película se produce luego de una discusión entre Gandhi y un representante del ejército inglés; éste último afirmaba que todo lo que en la India había les pertenecía, incluso la sal de los mares que la rodean. Gandhi se retiró del edificio y casi sin pronunciar palabra comenzó a caminar, seguido de miles de personas hasta la orilla del océano Índico.
Demostró así que el océano era propiedad de todos.
En esta ocasión, con la independencia más cercana, el reclamo fue multitudinario y más directo. Aquí la masa, al mando de un Gandhi mucho más maduro y convencido en sus propias palabras, actuaron en conjunto; sabían que este tipo de hechos significaban ante el mundo una fuerte presión de cambio, que trajo como resultado final la independencia del país, en 1947.



Psicología de las masas: influencia permanente

Como idea de explicación del fenómeno, la Psicología de las masas será emparentada con la imagen de un líder seguido de una multitud incondicional. Éste, elegido por sus pares como representante, encarna aquello que se desea expresar y que pocas veces se logra. Ideas que, se sabe, nunca se podrían llevar a cabo sin alguien que tenga presencia y carácter.
Puesto allí por decisión de la masa o de las circunstancias generadas por él y por la situación, tanto un líder político, un barrabrava, un deportista, una figura artística o alguien poco conocido, pueden ser ellos quienes encarnen – y nunca mejor aplicado el término – los deseos de una mayoría. Gandhi, como muchos otros, fue el depositario de las ideas que la masa por sí misma no podía llevar a la práctica.

En la India, la consecuencia fue la liberación de un pueblo.
Con beneficios o perjuicios según quién se ubique al frente, la Psicología de las masas explicará las causas del fenómeno en un mundo cada vez más influenciable.

Bibliografía

- “Psicología de las masas y análisis del yo”; Sigmund Freud, 1920.

- Diccionario Enciclopédico Ilustrado “Clarín”, año 1997.

- Diccionario Salvat, año 1970.

- “Ghandi”; año 1982, coproducción Inglaterra-India. Warner Bros.

- Diccionario “Karten” Ilustrado, año 1980.
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