"El dibujo" -Cuento corto-

Ezequiel tiene muchas cosas: una hoja en blanco, la bolsa con lápices de colores a medio usar y la mesa rectangular de la cocina de su casa. El ratito luego de hacer la tarea, sus tiempos. Ese segundo de paz en donde no se escucha otra cosa que el lápiz contra la hoja. Las ganas de hacer aparecer en lo blanco eso ya pintado en su mente. Su madre sin preguntarle qué está haciendo y alcanzándole chocolatada. Sus hermanos jugando lejos deseando que no lo interrumpan. La luz que entra por la ventana se va con la tarde y prende la lámpara de la cocina. El ruido en el estómago acelera sus trazos antes que le den de comer. La falta absoluta de tiempo porque no le importa mirar el reloj. El dibujo que se va pareciendo a lo que imaginó, los lápices desordenados en la mesa y el sacapuntas con virutas de varios colores. La madre que le dice que las junte y tire. El final del dibujo sobre el borde de la hoja. Para mirar mejor la levanta, se siente conforme con su obra. La madre, que justo se da vuelta y le dice que es precioso. Durante 20 minutos la cercana y única preocupación de Ezequiel fue sólo la de hacer un dibujo. Ya de grandes, no tenemos tiempo ni dibujos. Hay otras preocupaciones. Me encantaría alguna vez volver a mi hoja en blanco. Y ver qué dibujé. Aspirar a estar conforme y si hace falta terminar lo que empecé.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

“El dibujo”-Cuento corto. Una especie de alegoría para poder vernos de chicos y rescatar lo que nos ha servido para aplicarlo. El sentido del tiempo, en realidad el no tenerlo. Creo que es lo que más extraño de ser chico. El saber qué hora era para que en realidad mucho no me importe.