Lo que hay detrás de la puerta: Pymes, somos pocos pero nos conocemos mucho


Como medida para atravesar de mejor manera las permanentes crisis que ponen en peligro una actividad laboral, las llamadas pequeñas y medianas empresas sostuvieron a partir de su funcionamiento una constante salida ingeniosa para paliar la falta de trabajo.
En alguna medida con la vieja receta de las cooperativas, fuertes aun en varias provincias, las llamadas PymEs dieron su impulso al trabajo luego del tornado económico de 2001 aunque ahora se multiplican y reformulan para seguir cada vez más presentes.

La receta era subsistir de manera económica sin perder el objetivo de producir. La conformación de pequeñas estructuras que pudieran generar empleo fue una alternativa más que viable. Las grandes empresas, con crisis financieras que hacían peligrar la continuidad de sus trabajadores, dieron paso en varios rubros a emprendimientos zonales o regionales, apuntando específicamente a un área de trabajo.

Algunas directamente reemplazaron el accionar de las grandes fábricas, desaparecidas tras las crisis. Este movimiento e incorporación de un nuevo modo de producción hizo que los trabajadores se relacionen también de una manera distinta.

Si bien no es una cooperativa desde lo técnico, al ser pocos los empleados hay un criterio solidario de búsqueda y mejora permanente que deriva en el crecimiento de una empresa que, cada empleado ve, funciona a partir del esfuerzo propio y en conjunto. Se definió así un modelo de trabajo en donde aquel que formaba parte de una pequeña y mediana empresa podía sentir ese proyecto un poco como propio, en donde cada uno cumplía un rol asignado sin posibilidades de malos entendidos.

También redefinió jerarquías. Porque un empleado de una gran fábrica no podía optar ni ganar más dinero aun si a la empresa le fuera bien, pasaba eso por una decisión de su empleador. En este caso la producción en una empresa de pocos empleados es notoria, así como también las ganancias que genera una mayor producción. Lo que permite soñar (nadie dice que es inmediato) con la real chance de poder aumentar el ingreso mensual.
Como contra, el ser de número reducido impide por construcción de la idea, una mayor cantidad de empleados, lo que limita un tanto las ganas de trabajar de muchos que quieran sumarse.

El futuro parece asegurarles larga vida. Si bien nada es seguro, se ha visto, las PymEs tienen horizonte para seguir su crecimiento. En estos años muchas de ellas orientan su poder hacia exportar su material y unirse a otras para abastecer juntas pedidos en grandes cantidades. También son vistas como una oportunidad desde lo comercial y se ingresa en ese mundo con un fin totalmente económico y no está mal, si se tienen reglas claras. Los empleados ven en estos emprendimientos una oportunidad. O el objetivo de trabajar, más allá de ser pequeña o grande su labor, siempre.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Nota publicada en www.diarioficcte.com.ar