Lo que hay detrás de la puerta: no me llames, yo te llamo


Difícil negar la contundencia de la frase del título y más complicado aun es cuando se percibe lo vacía que en general suena en la mayoría de los casos. Si ante un desengaño amoroso la frase es definitivamente dolorosa, escucharla luego de intentar convencer a alguien de nuestras habilidades nos deja claramente en la lona.

Frase de compromiso de cabecera, no exactamente refleja que uno no sirve para lo que cree saber. Ciertas veces aquellos que deciden la repiten sin dudar pero sin sentirla. Si la cantidad que requiere un lugar de trabajo está a criterio de la superioridad y consideran no cambiar nada, igual le brindan la oportunidad al desesperado de desplegar sus humildes armas de seducción. Pero el que decide sabe en el fondo que nada puede hacer por él.

La tecnología sirve para evitar ciertos momentos indeseables, y el “compromiso” de escuchar súplicas pasa por dejar vía mail un currículum que tendrá el seguro destino de papelera de reciclaje. Aclaramos que no es así en todos los casos, que existe una especie de “banco de suplentes” de personas que tienen un currículum más que interesante y son tenidos en cuenta para una eventualidad. Esto se da en las empresas a gran escala, en donde Recursos Humanos suele dividirse en tantos Departamentos como personas haya en él. Pero aun así, destaco que algunos realmente tienen en cuenta el dejar los datos y tomar nota de ellos.

Si bien tratamos de ser más descriptivos de una realidad que formalmente opinadores de la cuestión, lo que se puede aconsejar al que pasa por esta situación, muchos, es que la insistencia tiene su premio. La diferencia entre la sutileza del pedido y el fastidio que el constante pedido puede generar, es “un hilo delgado por donde hace equilibrio el sentido común”, como leí en un libro hace algún tiempo.

La presencia en la mente de quien está en condiciones de tenernos en cuenta es bastante clara, desde que la computadora modificó costumbres. Se pueden mandar mails diariamente a algún sitio en donde han dicho “por ahora no”, que es también una frase condicional llena de intrigas. Percibir en dónde es posible, exige tanto de nosotros como el conocimiento que tengamos para una tarea. La jungla laboral en donde todos quieren trabajar de lo mismo así lo ha impuesto.

Por último destacar que no existe más (y es una pena) el concepto de “acuse de recibo”, que es un término quizás postal, pero que no deja de ser de cortesía. Donde envié mis datos, ¿sé que lo reciben?. Es un cumplido que el que desea trabajar lo valora siempre. Ojalá el empleador lo supiera.

La tarea del que necesita trabajar es lograr, de movida, no escuchar la frase del título. Después el resto es a suerte o verdad.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Nota publicada en www.diarioficcte.com.ar