."Lucha diaria".

Una mujer tenía una sombra que la seguía, la escuchó sin verla, oyó pasos. Salió corriendo. Encontró a alguien en la calle, que la ayudó a buscar esa sombra en la vereda donde ella le dijo. Miraron los frentes de las casas, los jardines, los zaguanes. Nada. Comenzó a pensar que la sombra quizás era ese hombre que la intentaba ayudar y empezó otra vez a correr, dejándolo parado en la vereda. A unos 50 metros se dio vuelta y el hombre seguía allí, y ella ya no sentía que era esa sombra. Volvió y le pidió disculpas. Se juraron seguir buscando. Ya no a la sombra, sino a la razón del miedo. Si ella quiere, juntos.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Pensamientos que nacen cuando cae la noche.