"A la misma hora" -Cuento corto-

Quedaron en mirar todos los días a las nueve y media de la noche la luna al mismo tiempo. A la izquierda estaban Las tres Marías y mas o menos por el medio había que concentrarse, uno en el otro. Casi como los chicos, repetían cada cual en su lugar esa tarea dia a dia. Era la forma de acortar distancias, de creer alguna utópica solución, soñarse cerca y verdaderos. Se llamaban por teléfono para recordar hacerlo. Pero el tiempo es como el agua a la piedra: no la destruye pero la desgasta. Y con los meses se llamaban dos veces a la semana, y luego una. Y luego cada 30 dias. Cada uno hizo su vida sin mirar al cielo a esa hora. Pasaron años, modas y formas. Una noche ella jugaba con sus hijos y miró hacia arriba. Y vio la luna, llena y clara. Todo lo que pudo hasta que se le llenaron los ojos de lágrimas. Corrió a buscar su agenda amarilla de hojas amarillas. Buscó un número de teléfono, le faltaban el 4 y el 6, suponía. Marcó y llamó. Sonó tres veces y contestaron. Era él. Eran las nueve y media de la noche. Al lado de Las tres Marías la seguía esperando.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

“A la misma hora”-Cuento corto. Mensaje y deseo de ilusión para los que sueñan aquello que aun no lograron, o tienen que esperar sea el momento. La luna siempre estará por ahí en las noches. Fielmente.