."Cayó en la trampa".

El amor se trasladó por obra del imperio a ciertas cosas que antes ni soñábamos despiertos. Por ejemplo esto de atar un destino de amar cierto, a que uno reciba de alguien un corto mensaje de texto. También está la variante de dejar el chat abierto. Conectado, no conectado, disponible, “enseguida vuelvo”. La locura por hablar y el intento a cualquier precio de ver amor quizás ahí, allí o sólo en sueños. Creo yo que no es llegar, la solución tiene otro precio. El de saber esperar, el de cumplir pasos previos, el de tener por los demás el tiempo que conmigo tengo. Empezar a querer escuchar, para luego pretenderlo. Alguna dosis de suerte siempre deberá ayudarnos, pero la tarea principal nos suele quedar a cargo. Los tengo que dejar. Hace un rato ando pensando por qué ella no me deja esos mensajes que amo.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Pensamientos que nacen cuando cae la noche.