"Grabado reloj" -Cuento corto-

Memoria prodigiosa. Pablo caminaba por San Telmo con su esposa en esos días en que el aburrimiento se vuelve salida a fin de mes. Tomados de la mano miraban las mesas con caballetes que ofrecían en el viejo mercado cosas indescifrablemente antiguas. Se detuvieron frente a viejo aparador con pequeños relojes. Pablo miro a los costados sabiendo que no podía hacer lo que iba a hacer. Se acercó a mirarlos bien de cerca y de a uno. La esposa vio a su marido hacer un salto de sorpresa sobre sus pies, como los chicos cuando encuentran la pelota debajo de algún armario. “Es el reloj, igualito al de la tia Inés”. Le contó Pablo que cuando era chico iba a la casa de la tia Inés y sobre un mueble dentro de un estuche con pana de color roja, estaba un reloj de bolsillo. Que él nunca más que ahí dentro vio al reloj, subido a una silla sin querer tocarlo. Luego dejó a la tia Inés por sus visitas a amigos, creció y ella cambió de barrio. La esposa le siguió el juego de intentar entender aunque nada comprendía. Pablo compró el reloj a precio razonable y se lo llevó a la casa. Al otro dia fue a lo de la tia Inés. Luego de años vivía en Claypole, cuando la vio sus recuerdos volvieron a ella y a él. Se sentaron y le preguntó cosas de rigor hasta que le contó lo del reloj. La tia le dijo que no lo tenía más. Que una deuda con la vieja casa hizo que lo vendiera a muy bajo precio, que era hermoso, un regalo a su marido de parte de un jefe naviero. Pablo saca del estuche el reloj. Le da un beso, ambos lloran. Se queda un rato, agradece a Dios cuando por San Telmo vio al reloj. En su memoria.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

“Grabado reloj”-Cuento corto. La memoria es un largo listado que tenemos de muchas cosas diferentes. Un reloj, por ejemplo. Una persona y todo lo que concierne.