."El siempre quieto".

Me persigue la aguja del segundero. Como en la rayuela cuando saltando se llega al cielo, y uno se da vuelta para ver el camino hecho. El que controla y designa mi tiempo no tengo el gusto de conocerlo y de lejos querría tener un encuentro, preguntarle cosas. Las oportunidades que no llegan a puerto, por paso apurado o demasiado lento. Esa esquiva suerte en los emprendimientos, que nacen creados, se frustran, se ven viejos. Varias personas que elijo y no quiero, y otras que quieren lo que yo nunca veo. Aquel que controla y designa mi tiempo habrá de saber qué tengo y qué temo para no avanzar, para quedarme quieto. Sabrá mi futuro, el que miro y no tengo, que empujo letras desde hace un mes sin amor cierto. Huyendo a cien planes llamados recuerdos. Por eso el paso es ligero. Y esa aguja que me sigue, el segundero.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Pensamientos que nacen cuando cae la noche.