."La zamba del caminante".

Existe el impulso, las ganas de hacer del mundo, dos. La insistencia en encontrar similitudes en las diferencias, el ímpetu juvenil confundido con experiencia, las supuestas señales que el destino marcase para que podamos sentir que somos algo asi: caminantes. Y que hemos hallado a quien al lado va a quedarse, llenando los espacios vacios de la sangre que de pronto hierve. Felicidad mediante. Pasada la euforia se ve mejor pensarse. Admitir culpas ajenas, lavar heridas que no son nuestras, ser parte de ideas controlantes no es lo que di en espera. El dolor no es separarse sino dejar de pensarse. La vida siempre tiene razones adelante, si avanzo lo dejo atrás. Y caminando, de nuevo ser alguien.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Pensamientos que nacen cuandpo cae la noche.