"Cinthia suerte" -Cuento corto-

Cinthia Ornetti. Lo que se dice una auténtica mujer con suerte. Ya desde pequeña, cuando su madre la anotaba en concursos de baile y triunfaba. O en las rifas del colegio en donde siempre salía su número y ganaba esas canastas con cremas y toallas. De adolescente era común que sacara el anillo en la torta de fiesta de 15, de hecho se quedó con siete anillos. La cantidad de compañeras mujeres que tenía. En la reunión luego del viaje de egresados ganó otro viaje a Bariloche de regalo. Hasta la propia Cinthia pensaba que con el colegio esa etapa se estaría terminando, pero no. En la facultad le tocaba rendir cuando los profesores exigentes mas cansados estaban, o materias eran anexadas a otras carreras y se aprobaban sin cursarlas. En el Banco llegaba y si le faltaban 200 números para el suyo, alguien se acercaba y le daba un número de regalo porque se iba, y era uno bien cercano. En su trabajo nadie podía cambiar de lugar, hasta que renunció alguien y su jefe le dio aquella mesa junto a la ventana, tan envidiada. Comprando en el Coto fue cliente “un millón” del año pasado, y la premiaron con tres repletos changos. Salió adjudicada para un auto a la tercera cuota de pago. Se ponía botas en pleno dia, los conocidos se reían y por la tarde llovía. Era una mujer de suerte, Cinthia. Revolvía el café con la cuchara, en el bar de Corrientes. Para adelante y para atrás, concentrada. Luego de cuarenta minutos y un cortado con un mixto, recibió un mensaje. “Hoy no puedo, perdoname. Se me atrasó todo, sabés cómo es. Fallida primera cita, yo te vuelvo a llamar”. Apenas lo leyó quiso cambiar toda su suerte en la vida por ese momento que no se dio. Luego se puso feliz. Cinthia Ornetti supo esperar que las cosas se den cuando tuvieran que ser. Aprendió a perder, una vez. Y eso ya es una suerte.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

“Cinthia Suerte”-Cuento corto. Aquellas personas que nos parecen con suerte propia ante todo lo que hacen, son humanos. Como aprender a esperar el momento. De hacer o equivocarse.