"Apiladas" -Cuento corto-

Su vida estaba dentro de nueve cajas de zapatos guardadas en el cuarto. Las tenía apiladas, ocupaban el espacio en el placard y en su mente al verlas a diario. Allí había recuerdos familiares, viejos papeles con recortes, fotos de colegio, cartas, las postales de cuando su tia se iba de viaje a alguna parte. Boletos capicúa, algún souvenir de antiguas fiestas de 15, un oxidado ábaco, la bolsa de su jardín de infantes, unos dibujos sin nombre ni firma, llaveros usados y gastados. Aunque no las abriera él sabía qué había en cada una, y la invitación a la nostalgia que es ponerse a revisarlas. Lo venía pensando y lo dejó para el sábado. Se sentó y abrió una de las cajas. Llenas de papeles leyó cosas olvidadas que se activan cuando ya sabemos cómo sigue una lectura. Con piedad se vio en cosas viejas. Cerró de nuevo la caja y la guardó. Por la tarde fue a comprarse zapatillas. Pidió la caja que ahora está vacía. La va a poner en el placard en la parte de arriba para ir llenándola con cosas que sucedan de acá en más. Y no pensar tanto en las antiguas. Cajas de su vida.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

“Apiladas”-Cuento corto. Basado en hechos reales, mis cajas de recuerdos son viejas cajas de zapatos y ni las abro. Sé lo que tienen y están ahí. Recuerdo agazapado.