"Ser humano" -Cuento corto-

Sucedió algo increíble. Marcos caminaba bordeando la cordillera al mediodía, y el ruido a viento en las orejas era un concierto permanente que hacía difícil concentrarse, Había llegado a Mendoza para hacer lo que estaba haciendo, caminar al pie de la gran montaña. Bien equipado, lo suyo iba a ser un recorrido de tres horas. Se acomodó la mochila y durante un tramo hasta se puso las manos dentro de la campera. Miraba a su izquierda esa pared de piedra, caprichosa en su forma, que parecía lo acompañaba. A la derecha una planicie con algunas rocas altas y de fondo más montañas. El ruido a viento competía con el de los pies pisando la mezcla del suelo, tierra y piedra. Resoplaba pero no quería detenerse. Se sentía de alguna forma pleno y lo más importante: logró estar absolutamente solo durante mucho tiempo, lo que lo invitaba a no pensar en nada más que estar ahí. De pronto se detuvo a admirar. Se sacó los anteojos, respiró hondo y empezó a girar lentamente para ver todo. Realmente se sintió poco frente a tanto. Golpeó las manos con guantes puestos como prueba del ruido, que ni siquiera se oyó. Estaba feliz hasta que de repente vio algo en el suelo, no lo reconoció. Le pareció de lejos ajeno al paisaje. Cuando se acercó se desilusionó. Era una botella de plástico y un envoltorio de algo, parecía de una barra de cereal. Las agarró y puso todo en su mochila. Cuando volvió de la caminata pasó por el puesto del parque nacional. Mostró los objetos al guardaparques, los tiró en un tacho. Y dijo resignado: “Hermoso todo. Pero no dejen entrar humanos”.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

“Ser humano”-Cuento corto. Esto está basado en una anécdota. Era chico y estaba sentado en el tren. Unos asientos adelante un hombre de unos 50 años. Saca un alfajor, lo empieza a comer y abre la ventanilla para tirar el envoltorio por la ventana. Y yo, que tendría unos 11 años, pensé “estamos perdidos”. Pavada o no, eso fue lo que sentí.