."Amar sin analizar".

Las razones son varias. Primero está la tristeza, que tenía por objeto buena parte de existencia. Luego un punto divisorio, el momento de la espera, de la contemplación, del arrebato. Del querer ser lo que quisiera cuando caigo en darme cuenta de mi aire azul por ella. Lo que luego sigue en pie es lo que deja la tontera de querer todo de pronto cuando nada de pronto llega. Mirando el horizonte aprendí que a veces se aleja si me pongo a contemplarlo dejando de hacer carrera. Lo que sigue es confusión, porque a la mente sujeta de cosas ya resueltas, llega este maremoto que erosiona mis ideas. Que pasan a ser de dos y adultas, de la mano se reflejan: un espejo de agua en tierra.

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