La frase que surge...

No sabré nunca si sos lo mejor que me pasó en mi vida o en realidad aquello que construí de vos para que yo crea eso. Es complicado verte sin que mis ojos intervengan en mejorarte, en desearte como sos. A veces creo que no estás en el presente sino en mis sueños. Viniste, y te hiciste presencia de lo que imagino es una mujer. Ahora tiemblo, soy hombre débil: es la parte en que ya no decido nada, como cuando me mirás y dejo que el tiempo sean sólo latidos. Los tuyos. Los que quisiera conmigo. Pusiste una vez tu mano en mi corazón, latimos a ritmos diferentes. Te reíste, me miraste fijo. Ambos corazones se dignaron latir en tu palma, felices. Ahí, desde donde hace días descansa el mio. Preso, muy preso, en tu mano abierta.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Lo que me nace escribir cuando muere el dia.