."La habitación del cambio".

Tomé un cuadro y pinté. Azul, sobre negro. Blanco, sobre el celeste del cielo. Verde, simulando árboles a lo lejos. Algo de gris, que tapó al sol y lo transformó en florero. Los clavos de dos cuadros se volvieron rojos, los marcos de amarillo y la ventana de un marrón pardo y certero. El piso que estaba en madera lo tapé con violeta. Las cortinas de la habitación ligaron lo que me sobraba de naranja y ámbar, la silla de hierro y madera quedó en perfecto ocre y como nueva. Lo único que no toqué fue la imagen de la mujer. Que sentada y pensativa miraba por la ventana cómo el mundo a su alrededor cambiaba. De colores en mi alma.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Pensamientos que nacen cuando cae la noche.