"Cárcel de sol" -Cuento corto-

Aflojó sus esposas, primero la muñeca izquierda y luego la derecha. Movió los brazos después de muchos años, le dolían huesos y músculos que ya desconocía. Se pudo quitar la venda de los ojos. Sentado en el piso sintió la oscuridad antes de verla, el piso de baldosas gastadas era de color crema, no lo sabía. Se puso de pie, miró las paredes grises y un rectángulo de claridad por donde el sol reflejaba un poco entre barrotes. Caminó viéndose los pies, impensado hasta hace un momento. Con las manos en los costados intentó mover mejor la cintura y apenas pudo. Se acercó a los barrotes, de techo a piso y de punta a punta de un lado. Se aferró juntando fuerte los dedos de las manos, quiso romperlos. De pronto los soltó y vio que no había candados. Empujó la reja hacia un costado y se abrió, haciendo un chillido de viejo engranaje. Miró desde adentro y no vio a nadie. Avanzó y salió. Se dio vuelta y vio su cárcel, con el tenue resplandor del rayo de sol en diagonal. Caminó unos tres metros, una eternidad. Hasta que salió libre, al fin. De su soledad.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

“Cárcel de sol”-Cuento corto. Alguien que decide un dia ser libre y no estar más preso en cárceles temibles. Las que no tienen candados, las propias. Las posibles.