."Lo que voy dejando".

El amor es el final de la madeja. Se va yendo y no nos damos cuenta. La libertad era estar preso de sus ojos. Me terminé cierto aire de ilusión pasajera comprendiendo que el viento golpea cuando avanzamos en una carrera. Lamento no ser más, ella. Porque vivir en el latido de otro era mi casa, con jardines parecidos a estrellas de esas que cuentan los reyes y las reinas. No hay punto seguido en estas, mis letras. A veces leídas, obviadas, de amor y de condena: lo que era quererla. Voy escribiendo empujando la pena que se va si yo avanzo. Y no, si me quedo a verla.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Pensamientos que nacen cuando cae la noche.