."El largo recorrido".

Viajes rotos, aquellos que nunca pasaron de ser anhelados. Cuando el sol contagia los últimos rayos, esos que la tarde se queda abrazando y uno es muy hombre, pequeño y solitario. Temor a quien maneja mi ritmo en sus manos, acariciando mi tiempo del que es dueña de a ratos, hasta que ya no quiere serlo y la noche le da amparo. La busco tras sus ojos, sueño alcanzarlos cuando ella los cierra para verme atrapado. En eso que quiere, que la pierda encontrando todo lo que necesito sin ella escuchando. Me trepa la angustia a montes errados, a querer dar un salto al vacío llenado, por cientos de sueños que no están en sus manos. Ni en mis viajes rotos. De tanto anhelarlos.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Pensamientos que nacen cuando cae la noche.