"Mente, tenés visitas" -Cuento corto-

Está llegando la visita. Como en esas casas de familia numerosa que prepara la mesa para el invitado a la cena, también tengo la expectativa genuina de mi espera. Es que no estoy acostumbrado y eso quizás se note en cualquier gesto, seguramente con tono exagerado, que pueda hacer. Sin embargo había estado practicando, no vayan a creer. En mi mente y en el acto: me puse a armar y pensar en el detalle para que el clima esté delicado, querible. Si es posible, deseado. Y ahora estoy mirando la hora del reloj que parece que no anduviera, miro seis veces y siempre marca menos cuarto. Me asomo por la ventana buscando aire, disimulando que en realidad la espero y no parezca acelerado. Estoy incómodo de estar incómodo. Se acerca la hora, me hago el desentendido con el destino y no me fijo que es en punto. Me llaman. Girando me doy vuelta, abro la puerta para que entre la brisa de noche fresca. Me tiembla el alma y me quitó el habla. Empieza el diálogo de miradas eternas que hablan en voz alta con mucha frecuencia. La invito a pasar, cruza el umbral, no es invitada: ella ya es presencia. Y cierro la puerta, abriendo mi mente. Dejando a la noche descubierta.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

“Mente, tenés visitas”-Cuento corto. A una mente solitaria alguien le hace una visita, se prepara sin saber hacerlo, está nervioso. Hasta que llega ella y la mente agasaja a quien fue a cambiarle la vida.