"Todas las puertas" -Cuento corto-

Abrió la puerta de rejas. Abrió luego la puerta de su casa. Abrió el maletín para sacar su corbata de seda. Abrió la heladera, tan soltera como el soltero que nunca la llena. Abrió el placard y guardó su camisa color crema. Abrió el cajón de las medias. Abrió la canilla del baño. La fría, la que congela. Abrió de su cocina la alacena, abrió una lata cualquiera. Abrió el microondas que siempre mal cierra. Abrió la ventana bajando la persiana. Abrió el estuche de sus anteojos de chicato. Abrió una botella y se sentó a la mesa. Abrió bien sus ojos, puso sus manos arriba de la cabeza, tomó coraje. Abrió el sobre, primero con delicadeza. Pero como no pudo, pasó a la fuerza: la abrió en un costado y con cuidado. Desplegó la carta de dos hojas dobladas. Abrió su corazón para que su alma también leyera. Empujó las palabras, quiso tenerlas enteras. Frenó su apuro para disfrutarlas. Acompañaba los renglones leídos con el dedo índice, estaba temblando, llegaba la respuesta. Se puso de pie. Cerró la puerta de su casa. Cerró la puerta de rejas. Era de noche. Y gritó el si bajo las estrellas.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

“Todas las puertas”-Cuento corto. Las puertas que a diario abrimos. Y la puerta del corazón que en el deseo, no se cierra.