"El camino, el marcado" -Cuento corto-

Sebastián había caído. No se dio cuenta porque todo el camino es el mismo. Bah, parecía. En un momento creyó esquivar el posible peligro y cortó camino, yendo por donde la mayoría no quiso. El sol le daba bien arriba, calculaba el mediodía. Intentó no desesperarse, sabía pelearlo solo y además alrededor realmente no había nadie asi que llamó a la calma a sus latidos. Se concentró y analizó la situación. Ayudarse a si mismo antes que pedir ayuda, estaba alejado del ruido. Intentó mover las piernas y no pudo, gritar era inútil. Miró a su alrededor. Había una especie de arbusto seco con ramas muy delgadas, que bien vistas parecían sogas. Movió un brazo para ese lado, logró girar. Con los dos trajo hacia si una de esas ramas y empezó a sujetarse. Primero un tirón y no se movió, luego el segundo. De a poco fue sintiendo de nuevo sus pies y piernas, se estaba deslizando. Ayudado con los dos brazos sacó una pierna del lugar y volvió a girar, para por fin salir del todo. Se tiró al suelo. Con arena en la cara respiró aliviado, tenía calor y poca energía. Lo había logrado. A unos metros había un cartel de chapa oxidada, se acerca y lo lee. Advertía:”Pozo del Destino -arena movediza-”. Se miró los pantalones, el buzo, todo lleno de arena. Quiso ir por donde no le convenía y el destino ya le había hecho un pozo, justo a su medida. No buscó más cortar camino y siguió la huella que los demás dejaban. Y él dejaba.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

“El camino, el marcado”-Cuento corto. A veces para cumplir con los demás terminamos yendo por donde nuestro camino no quiere que vayamos. Algo lo avisa, si en el piso hay arenas movedizas. A pisar bien, y ver a qué altura de cada camino uno está. O si está a la altura del camino.