"Se perdió el buscado" -Cuento corto-

Laberinto de espejos. Un espacio dentro de un amplio tinglado. Con el piso de esos de tierra tan usado que sin ganas el tiempo lo volvió plano. La base de todos los espejos estaban oxidados y creí que eso sería una ayuda cuando entré para salir. Pero de niño uno es atropellado y me acuerdo pegarme la frente dos veces bastante fuerte, y recién ahí ir tanteando. Por supuesto me perdi. Miré para arriba, me fijé en una lámpara que colgaba e imaginé por qué lugar del laberinto andaba. Seguí tanteando escuchando ruidos cada vez más cercanos, imaginé como Minotauro estar mas o menos terminando. Pero fui a dar a un costado y de nuevo a entrar. Volví a tantear, ubicando, viendo si desde el medio podía ir retomando el camino deseado. Miré otra vez la lámpara, tomé un sentido, lo seguí seguro pero no obstinado. Parecía que iba bien, uno de chico se frustra sin resultados. Puse la mano delante del último espejo. Me miré prestándome atención por primera vez reflejado sin otro motivo que mirarme parado, me fui por un costado y llegué a la salida. Del laberinto del que a veces creo, no salgo. Pasados los años.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

“Se perdió el buscado”-Cuento corto. Un sencillo homenaje para aquel laberinto de espejos del parque de diversiones de Luján, espejos contra los que varias veces cuando iba me pegué con la frente. Una alegoría a otras cosas se esconde detrás del texto. Y adelante.