."Eras mi tiempo".

Te lo dije como a las tres de la tarde de ya no me acuerdo qué dia. Y desde ese momento mi reloj del alma no se mueve, se quedó enamorado de ese minuto y segundo en que dejé de ser persona para poder ser nosotros. Pero el amor a veces no anda a pilas sino a cuerda, y no alcancé a darle una vuelta entera a ese reloj que significaba mi ilusión con ruido a vida. Creo que te llevaste mi tiempo, creo que dejé que lo hicieras, creo que me equivoqué. Mientras, me quedo con mi reloj de agujas clavadas en las tres de la tarde. Cuando quise que fuera nuestra hora. Nuestro ahora. Ya no lo sos.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Pensamientos que nacen cuando cae la noche.