"El cuadro incompleto" -Cuento Corto-



Terminó la pintura en ese lienzo cargado de tantos colores aun frescos y la aseguró mejor al marco. Se alejó para contemplarla, como le habían enseñado. Se sentía feliz porque su objetivo era no mostrar la cara pero que la figura sugiriera desde lo externo de quién se trataba. No era pintura abstracta, no era impresionismo. Era ella. Sólo ella.






Como secreto con ganas de ser develado, Gastón quiso hacer de su trabajo final, el dar a conocer lo que estuvo por varios meses guardando. Su compañera en el taller de pintura se llamaba Karina. Parecía, a él le parecía, más joven. Llevaba la ropa suelta y no hablaba demasiado, le tocó tenerla al lado en las primeras clases. Como todo buen amor inicial, ella nunca le prestaba real atención. Parecía Karina abstraída. Un misterio saber en qué.






Lo que pudo lograr Gastón es que su profesor luego de siete meses, le dejara retratar una figura usando todas las técnicas que había aprendido. Antes de cada clase se acercaba a saludarla, Karina apenas lo miraba. Él le mostraba sus avances, de cómo iba entendiendo, pero no lograba tener una cuestión en común. Empezó a observar sus dibujos semanales. Algún ave adelante de la imagen o en el fondo, flores en distintas ubicaciones y perspectivas. El mar, la sensación de viento. Gastón tomó nota mentalmente y preparó durante dos meses su cuadro.






El dia que debía llevarlo estaba ansioso. Lo iba a exponer ante su profesor y explicar las técnicas usadas y en qué se inspiró. Era quizás más sencillo decir “en ella”. Pero fue a lo técnico. Los pájaros los pintó en azul respetando el tono con que el cielo estaba pintado, como forma de equilibrar la obra. Quiso hacer la figura femenina desde lo alto de un peñón porque intentaba darle profundidad al punto donde la figura estaba mirando. Tenía una especie de diario en sus manos, no un libro. Y ese diario con las manos en su espalda, dándole valor al paisaje más que a otra cosa. Una especie de pasarela iba hasta el mar, abajo. El viento estaba sólo presente en el pelo de la mujer y el resto de la imagen tiene el aspecto de fija.






Finalmente, sostuvo Gastón, las flores. Son protagonistas en cantidad que rodean a la figura, la envuelven. Logran en ella una protección, como el cielo al marco”. ¿Qué creen que le falta a este cuadro? Preguntó el docente a los demás. Y Karina dijo “un faro. Un objetivo fijo adonde ella mire”. El profesor asintió con la cabeza y se quedó mirando el cuadro eternos cinco segundos. “Saluden a un colega retratista”, les dijo a los demás alumnos, y todos aplaudieron.






Terminó la clase. Karina lo ayudó a guardar y embalar el cuadro con cuidado. Se acercó a ella para hablarle pero Karina se le adelantó:“Sentí que la mujer de la pintura era yo, y te parecerá loco. ¿A quién quisiste retratar?”. Gastón le dijo “a la idea que yo tengo del amor”.






Ella lo miró con ternura y le dijo “Ah, pensé que me habías retratado”.



Ambos rieron. Y se fueron los dos, a terminar la parte que faltaba.



Ese faro adonde mirar. Y mirarse.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Una mujer como inspiración para un cuadro. Un cuadro como inspiración para empezar algo.