Lo que hay detrás de la puerta : trabajo...aptitud para lograrlo, actitud para buscarlo


Mientras la persona que puede ser capaz de provocarnos o una gran alegría o una gran pena lee nuestros datos en el currículum, la espera se vuelve rezo para unos o interminables segundos para otros. Por un momento olvidamos que todo (todo) es considerado parte de nuestro proceder. Hasta leímos que no hay que cruzar los pies, que las manos no deben temblar, que cada palabra tiene que sonar segura.

Finalmente levanta su cabeza; parece que algo va a decir, pero no encuentra cómo…¿será malo?. Ya nos incomoda su incomodidad en no decirnos nada. Hasta que parece, se anima. Aquí se bifurcan los caminos. La respuesta más maravillosa tiene un sendero que más o menos podemos imaginar, y que uno no va a exteriorizar hasta bien seguro de estar alejado de miradas.

Pero hoy me detengo en la parte de “los derrotados” momentáneos. Porque aunque haya bibliotecas repletas de frases de usos y costumbres, lo que uno siente cuando lisa y llanamente rebota es que no sirve para nada. Y si bien es humano sentir eso los primeros diez minutos luego de no alcanzar un objetivo, tan cierto como eso es la gran posibilidad que se abre. En general necesitamos ser evaluados por el otro y a partir de un parámetro, saber más de nosotros.

Por ejemplo es común que se deje a alguien fuera de una chance porque o no califica o sobre califica un puesto. Una vara es saber qué estudiamos y creemos en qué podemos aplicarlo, pero desgraciadamente las empresas tienen otro librito distinto al nuestro. Y algunas veces un par de cursos complementarios de nuestra carrera no nos abre posibilidades, sino todo lo contrario, más si se trata de un puesto que podríamos llamar medio. Vale decir entonces, que de todas las experiencias aprendemos.

Para no ser un rebotador crónico de cuanto trabajo a uno le ofrezcan, es mejor saber “leer” que ven los otros de nosotros. Porque quizás sepamos reconvertirnos en algo parecido a lo que se busca, sin caer en olvidar para qué estudiamos.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Nota publicada en www.diarioficcte.com.ar