Lo que hay detrás de la puerta: mirame!! yo lo hago mejor


Ante un mismo trabajo y con iguales responsabilidades y tareas, el futuro directamente no lo imaginamos para sentirnos mejor, o a lo sumo veremos que será semejante al de quienes nos rodean. Imaginemos a los que trabajan en los ahora llamados call – center, una nueva “salida laboral” propia de la mano de obra barata que lamentablemente representan los que quieren tener el primer trabajo. El porvenir es tan acotado y asfixiante como los cubículos desde donde atienden llamados de España o Estados Unidos.

Las universidades no tienen la tarea de “entregar” a la sociedad alumnos que no puedan destacarse en lo suyo. Si bien la estabilidad monetaria despertó a ciertos rubros y a profesiones alicaídas, las oportunidades laborales no parecen salir de aquellas con las que alguien puede “bancarse” los estudios hasta llegar al final de su carrera.
Luego de terminarla, el trabajo que se consiguió continúa: esta vez, para mantenernos todos los días. El esfuerzo por ser mejor cuando se estudia, parece no prosperar afuera de las aulas.

Un buen aprendizaje es el saber que la igualdad de oportunidades le cabe a los que se prepararon y a los que no. Y que se esté o no de acuerdo, la sociedad pide y da moviéndose dentro de estos preceptos.
Lo que nos diferencia respecto de otros es nuestra preparación. Que es mucho más que un elevado número en el analítico final como promedio: significa poder resolver situaciones y aplicar lo que sabemos en lo que entendemos.

Por supuesto que los que egresan siempre estarán de un mismo lado del mostrador, y esperando que alguien se apiade de un currículum con más ganas que antecedentes. La especialización es una solución moderna o al menos, que está de moda. Poder enfocarse en una actividad dentro de lo que estudiamos y desde allí hacer carrera. Apostar a las propias fuerzas y encontrar quien reconozca eso. Nada menos.

Párrafo final para la búsqueda de ejemplos. Llamado a la solidaridad: si usted conoce un ejemplo a seguir en su profesión, alguien a quien usted admire y crea que su constancia y dedicación explican su buen presente, se ruega aferrarse a él. Lo que en Política podría denominarse apatía o crisis de representatividad, también lo sufren quienes recién salen de la universidad y buscan su futuro. En general pensamos que “si uno es vivo” (en tanto llegar con malas artes, pero rápido), hace las cosas bien.

Pero, si las carreras que elegimos se parecieran a un campo listo para cosechar, cada paso que damos significa sembrar algo que al que viene detrás le servirá. Lo que quiere decir que en tiempos de sequía, uno debe tratar de formar un buen ejemplo a partir de sus propias acciones. Y mientras, esperar que el jefe sepa que como nosotros no va a encontrar a otro empleado en ningún lado. Todo llega.



(imagen gentileza http://www.ehib.es/)

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Nota publicada en www.diarioficcte.com.ar