Mi habitación -Cuento corto-

Todas las noches elijo en qué recuerdo perderé el sueño. Ayer por ejemplo entraba a mi pieza, celeste de piso a techo. Con cuatro estantes y un mueble viejo donde la ropa intentaba hacer equilibrio, madre de por medio. Había libros de colores, autitos en fila, un barrilete sin usar, un espejo de hombre en el que nunca me vi. Porque me quedaba alto y entonces me iba al baño a verme todo completo. Y arriba de la puerta un cuadro de cerámica, verde de fondo, luna menguante, María, José, Jesús y la noche del nacimiento. Un sillón naranja con un almohadón y varios agujeros. Un oso con el que dormía. Que dejé en la cama, vino mi perra y lo dejó sin cuello. Pero mi abuela Juana hizo el esfuerzo y le tejió un saco, le puso dos ojos y le dibujó la boca. Me lo dio de nuevo y ahí resiste en el estante de mis sueños. Una mesada de tres cajones, una radio de seis pilas, un velador torcido. El rosario de mi viejo. Apoyo la mano en la pared, como en los inviernos en que sentía que la estufa no calentaba bien el lugar tan pequeño. Donde ayer a la noche elegí como recuerdo. Para perder el sueño.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

“Mi habitación”-Descripciones en sueños. Cómo se veía mi pieza en Padua a los ocho años.