"Paso solitario" -Prosa-

Felicidad escondida, sonrisa adelante
de intenciones, y de la mano, mirándose
con luz de sol, queriéndose antes
de tenerse para sí. De poseerse
más que de entregarse.
Y la respiración, y los pulmones
que no devuelven aire.
Y esa risa socia
cuando a dos le ocurre lo que a uno.
Y el piso que se mueve, y el ruido,
y el silencio dentro de ellos,
comunión de adentro hacia afuera.
Los pasos como un segundero, obediente, que cumple,
que se deja arrastrar, que es inexorable.
Ojos que se cierran para sentir el alma
en la respuesta escuchada, tan suya.
No intuye nada, un ruido externo
cambia el sol de lugar.
Lo hace sombra, pequeño.
Lo hace hombre.
Lo hace ser él.
Lo devuelve, tembloroso.
Le quita lo que no era suyo,
Le devuelve el aire.
No lo quiere. Se encierra en su mente.
Grita libre, se hace dolor.
Se va. Queda en las paredes
felicidad escondida.
Con ruido a ruido.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

““Paso solitario”-Prosa. Cuenta la leyenda urbana que en San Antonio de Padua hace poco más de veinte años hubo un sábado a la noche un casamiento por iglesia. Y que cuando el cura iba a casar a la feliz pareja una mujer del público dijo que no se podía llevar a cabo. “Soy su novia desde hace años, y espero un hijo de él”, dicen que dijo. La leyenda se hizo mito y hoy, este intento de Prosa.