"El piso del ruido"-Prosa

Nadie está preparado
para una sorpresa programada.
Es imposible unir cielo y tierra
en paz y en infiernos, no hay mezcla
divina si estamos siempre de un lado sordo.
Queremos ser aquellos sin mutar
en más sencillos receptores.
Lo vamos a buscar, desde algo llamado vida
para verlo como espectadores, deseando
no ser llamados ni molestados.
El ruido es el piso que se mueve,
estoy dudando de qué siento, si miedo, si frio,
si algo de ganas de cerrar mis ojos
para seguir un ritmo.
Viene de abajo, retumba en mi,
en mis pestañas, como final de extremidad
traspasando toda materia.
No miro más, ya sólo siento.
El sonido tiene el color de mis latidos,
como si estuviera yo fuera de mi.
Y hay sensación de vuelo,
de obra terminada en el tiempo justo,
dulce cuando nadie lo impone.
Y aun así, se impone.
Salgo consciente de algo, del ruido,
del piso y su sonido.
De la sensación placentera del vacío
con mis emociones fuera de mi.
Sorprendido del plan perfecto
de cielo y tierra, ahora.
Cuando ya soy dos.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

“El piso del ruido”-Prosa. En 1992 se hizo en lo que aun ni remotamente era Puerto Madero actual, una feria llamada América 92, y allí se trajo un trozo del muro de Berlín. Se hacía entrar a la gente a una sala completamente oscura y en pantallas de 360 grados se explicaba y mostraban datos de la segunda guerra mundial, hasta terminar con “The wall”, y el sonido de “otro ladrillo en la pared” que salía del piso, a la vez que esa parte del muro traído era mostrado. Aun hoy recordándolo me estremece. Algo que me llegó por los sentidos y desde ahí lo describo. Sensación única.