."Estás".

Cuando golpea la lluvia contra la persiana, y hace ese ruido a madera que parece se queja, me estremezco. Subo los hombros como a quien le da miedo o frio el invierno sin una buena campera. El volumen de la tele es mayor para no oírme. No oírme pensar en que no está conmigo. Y me dejo llevar por lo que veo para llenar vacíos, vacíos bien completos. Ella lo debe saber aunque quizás sea mejor mentirle en silencio, hacerle creer que uno es un hombre que no sufre por eso. Que soy el paciente de todo momento. Cuando sé que anochece y el recuerdo ya es nuestro, imagino a la lluvia, esa que me da miedo, trayendo en el ruido un poco sus besos. Y en eso, me duermo.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Pensamientos que nacen cuando cae la noche.