.”Dejar caer”.(recuerdo de chico, bajar del tren en verano y desde la punta del andén ver el atardecer).

La línea del horizonte cae al final del paisaje, nadie la lastima. Tiene energía porque detiene el camino de quienes preocupados la esquivan. Sólo en intención, porque tanto brilla que caen hipnotizados quienes ni sus pies saben si pisan. El camino hace una curva y el sol acompaña el giro en precisa recorrida, acelerando su paseo y deteniendo al humano que mira. Se pierde al sentir que se deja de ver, comienza el frio, la vista se acorta a nosotros mismos y al olor de las cosas, a los temores y amores de constancias celosas. Hasta al otro dia del mismo horario y en igual visita. Que hace a la gente olvidarse y no resignarse. Con la línea al final del paisaje.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Pensamientos que nacen cuando cae la noche.