"Buscar con ojos cerrados" -Cuento corto-

Cerró los ojos Lucía para dejarse llevar. A esos lugares en donde se aplica la imaginación sólo sirve concentrarse para lograrlo y esperar a que ocurra de alguna manera. Diez de la mañana de un domingo parecido a cualquiera: aburrido. Puso sus manos en la cama, con las palmas hacia abajo, estiró su cuello y se quedó con los ojos cerrados. Respiró profundo para concentrarse. De lejos una alarma de auto molestaba toda la tarea. De a poco quiso alejarla de su mente, oírla cada vez menos. Lo logró. Por treinta segundos lo único en que pensó y oyó fue su respiración, que lentamente iba siendo más profunda en la inspiración. Hasta que se le cruzó uno de sus problemas por la cabeza. El ejercicio se puso en peligro, era más fuerte que ella. Se resignó sin perder la postura aunque nadie la viera. Comenzó a incomodarse pero también empezó la tarea de alejar su carga, esta vez no quería perder. Abrió los ojos. Habían pasado diez minutos y vio desde su habitación otro mundo. Se acercó a un espejo, se peinó como pudo. Se puso a pensar por qué perdía el tiempo razonando el futuro. Dejó de hacerlo y por primera vez se vio en su casa, viviendo. A los 33 años Lucía, ese domingo aburrido, empezó todo de nuevo.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

“Buscar con ojos cerrados”-Cuento corto. La posibilidad de dejar de pensar como agobio ante lo que no sabremos que vendrá, darse cuenta y vivir la realidad. No importa en qué edad.