."Lágrimas pintadas".

Las lágrimas borran la imagen del cuadro. Ese que pintamos a diario, teñido en colores que nos parecen vastos, conocidos, transitados. Sin embargo el pintor elige de su mente lo imaginario, comienza el frenesí de la idea llevada a cabo y las manos parecen muchas cuando abarcan el sueño expresado. El paño blanco es de a poco un lugar encantado por donde descansa libre, salida hace un rato, la musa inspiradora del autor que viene a ayudarlo. Ella se va porque nada es, sólo un sueño de razones que nunca fueron otra cosa que tibios deseos. El pintor es retratado por el miedo de sentirse solo cuando el calor no es nuestro. Y llora sentado frente al cuadro del amor que va cambiando. Para mañana ser otro. Para volver a intentarlo.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Pensamientos que nacen cuando cae la noche.