"El equilibrio en blanco" -Cuento corto-

El pullóver blanco era más bien largo con dos bolsillos grandes en los costados. Serena olvidaba tejerle un remiendo para evitar que todo se le cayera cuando ponía algo en la parte izquierda. El caramelo de miel que puntualmente abre a las 3 de la tarde siempre está en el bolsillo derecho, y como sabe que es el confiable, pone allí también el pañuelo y una moneda de diez centavos que encontró en la calle, y quedó escondida porque no molesta a nadie. Cada vez que tocaba el bolsillo con su mano izquierda recordaba que debía remendarlo. El sábado pasado, mientras por la ventana llovía a cántaros buscó el costurero, se sentó de cara al patio y con fondo de lluvia se puso a reparar el pullóver blanco. Había un error en el tramado asi que se animó a tejer dos puntadas. Estiró la lana y pudo solucionarlo. El lunes, con el placer del frio cuando se está abrigado, puso sus dos manos en los bolsillos. Y de nuevo el agujero en el tramado. Asi unas cinco veces toda la semana. Harta, Serena intenta sacarlo pero le da pena y lo deja tal cual está. Empezó a elegir todo lo que le parecía pesado y lo fue dejando en el bolsillo izquierdo, el remendado. Por algún motivo no necesito ser arreglado, pensó el Destino. Feliz, en el bolsillo izquierdo del pullóver blanco.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

“El equilibrio en blanco”-Cuento corto. Un pullóver con un error, o el error de remendarlo cuando las cosas por ahí mejor se aceptan, en vez de querer coserlas.