"Hacia adentro" -Cuento corto-

Sentí que tenía que ir hacia donde escuché tu grito pendiendo de un hilo. Te vi y empecé a buscarte dentro de vos. Como esas muñecas rusas, estás revestida una dentro de otra asi que con sumo cuidado fui quitando de a poco las capas. La misma mujer de distintas etapas. La alegre, la distante. La afortunada. La que sueña. La que desea. La que calla. La que reviste su cuerpo con esa extraña melancolía que con gusto me atrapa. Seguí encontrándote, reconociéndote. Las otras mujeres son la misma mujer y eso es lo que se siente. Temía cansarte hasta que llegué a escucharlo claro. El grito no era grito, era un suspiro de alivio expresado. Cuando la mejor mujer detrás de tantas había hallado, le di la mano. Me miró con la fuerza del relámpago antes que el rayo. Y al fin, libre, amé sin haberla amado. A la mujer que había encontrado.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

“Hacia adentro”-.Cuento corto. La tarea de estar cuando alguien necesita de uno aunque no se lo pida. El amor que ayuda y en un punto, alivia.