."Esperanza".

Abrió su mente. Lo vi y no me lo cuentan. Estaba a unos cinco metros y de pronto una especie de luz le queda cerca y ella gira y la rodea. Se pone frente de mi, yo retrocedo ante la belleza, con esa sensación de ver crecer frente al mar la marea. Seguía el asombro porque de pronto todo termina y ella me muestra orgullosa sus manos de puños cerrados. Me cuenta que en una tiene al Tiempo y en la otra la Esperanza. El motor de su cambio. Le dije sin palabras que hiciera lo que sintiera. Ella me miró y los dos quisimos que asi fuera. Abrió su mano izquierda y el Tiempo, libre, se fue a ocupar el lugar que en todos nos acecha. Ella se quedó con la otra mano cerrada, le pedí que la abriera. Y no se fue: la Esperanza es paciente con ella.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Pensamientos que nacen cuando cae la noche.