."Desde donde te miro".

A veces creo que no quiero escapar. Porque me quedo mirando lo que me hace mal como quien no se termina de despedir de un familiar en la estación: no me voy nunca. Y entonces creo que lo que miro es solución, deseo que lo sea, me empeño, como lejano pariente de la terquedad. Y encuentro soluciones para mi como consuelo, que repito a quienes ya no quieren oírlas. Deseo cambiar todo lo que hago para no cambiar. Y persigo un sueño, un deseo hecho persona, luego de tanto. Y cuando lo alcance quizás me quede paralizado, mirando. Ese es mi miedo. Hijo del cansancio, de cierto agobio, de mis temores de ser feliz, de lo que la necesito. Si supiera, si se diera cuenta se lo digo: a veces creo que no quiero escaparme de mi mismo.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Pensamientos que nacen cuando cae la noche.