"Lluvia, lágrimas" -Cuento corto-

Salió de su casa y ya estaba algo triste. A los diez minutos de caminata rumbo a la reunión de exalumnos comenzó a llover. Se mojó la camisa color crema y los zapatos claros con el agua se le pusieron oscuros, asi que intentó protegerse bajo el toldo de un negocio. Seguía triste pero no sabía la razón, faltaban dos cuadras para el lugar elegido de reunión, un restaurante. Llegaba hecho una sopa. Miró a través del vidrio, no vio en las mesas a nadie conocido y se quedó en la puerta, mojándose con la furia de la lluvia de verano. Puso sus dos manos detrás de la cabeza y estiró los brazos para que se le fuera esa angustia que hace que no se respire bien, que corta el aire cada vez que inspiramos. Su vida le parecía aburrida y sin luces. Nadie se había dado cuenta durante años y ese viernes parecía que él sí. Fueron llegando sus antiguos compañeros, se saludaban. Todos le decían que estaba empapado, que parecía un trapo, que sus zapatos eran dos charcos. No dijo nada y entraron, justo cuando llegó Claudia algo tarde, con piloto y un paraguas que parecía sombrilla. Fue saludando de a uno y cuando le tocó a él lo miró fijo. “Déjenme un minutito hablar acá con el caballero”, le pidió a los demás, que acataron entre risas. Ella lo miró y le acarició el hombro, con esa camisa completamente mojada. “Vos no estás mojado de lluvia, estás llorando”. Él se dejó abrazar, alguien se había dado cuenta de la diferencia entre la lluvia y las lágrimas. Corren diferente por la cara, son otras gotas. Claudia le preguntó qué le pasaba. “Vos, me pasa”, dijo él, y tocó su pelo largo algo mojado. En esa esquina de noche, en ese viernes, en esos ojos que no dejaron de mirarse, hubo por fin un poco de luz bajo la lluvia. Sin lágrimas.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

“Lluvia, lágrimas”-Cuento corto. El ponerse a mirar qué hemos hecho de nosotros, algo que parece una tontería, un dia puede caer en cada uno como una fuerte lluvia. La angustia se aleja cuando diferenciamos lo que no debemos, de lo que nos corresponde hacer. Y ahí nuestra luz brilla.