."Pagando enfados".

Me quedé esperando una caricia en la puerta de tu enfado. Te vi orgullosa, el viento como aliado que mueve tu pelo que roza hombros, piel. Pasado. En silencio deseando ansiosamente la condena de dos ojos juzgando. Que pagaré sin que lo sepamos, sin que me dé cuenta. Y sin sentir nada a cambio. Recorreré con amor tu vocabulario, a falta de más diccionarios. Confiaré en saber lo que has aprendido, lo que conmigo aprendas, lo que nadie te ha enseñado. Lo que miro y me callo. En la puerta de tu enfado.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

Pensamientos que nacen cuando cae la noche.