"Cuando hay que irse" -Cuento corto-

Hacía tres días que nadie sabía dónde estaba David. El vecino oyó ruidos de platos el lunes por la noche, el único dato certero que se tenía. Vinieron los padres, los amigos, su hermana. El portero había visto a alguien en el pasillo, de costado, que no le pareció ser vecino. El hombre que limpiaba la calle vio descolgarse del balcón del tercero a una persona, cree que un hombre, justo del balcón de David. Pero no pudo verle la cara. La policía actuó pero con la sospecha de la desaparición por iniciativa propia, tampoco tenían muchos indicios sobre un robo. Al quinto dia la hermana se da cuenta de la falta de un anotador, donde David despuntaba el vicio de la escritura. La policía buscó pistas pero no encontró evidencias. Las cámaras de seguridad del edificio tomaron la imagen de una persona saliendo. Tenía un largo tapado y caminaba con los hombros juntos, como con intención de que no se viera su rostro. La escena duraba cuatro segundos. Una semana después, cayendo la tarde, el que cae es David a su casa. Un policía de la esquina avisa a la seccional, le avisan a sus padres, el portero lo abraza, no entiende mucho lo que ocurre. Iba a darle mucha vergüenza explicar para que le crean. Una semana atrás se sentó a escribir, se tomó la cabeza con ambas manos y cuando abrió los ojos dos mujeres estaban al pie de la mesa, vestidas de gris. Una lo tomó de la mano y le dijo que salieran ambos por el balcón, que no tuviera miedo. David la miró a los ojos y confió. Ambos volaron hasta aterrizar de pie en la vereda. La otra mujer salió por la entrada del edificio. Y asi fue como David durante una semana se fue a buscar ideas para sus escritos junto a sus dos musas inspiradoras. ¿Alguien podría creerle?. Los padres, no. La hermana, no. El portero, no. La policía, menos. ¿Nosotros?. Sí.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

“Cuando hay que irse”-Cuento corto. La espera a veces insoportable que representa una idea escrita. La solución de aceptar la ayuda de las musas y cómo llenar los pulmones de paz en la ruta hacia poder expresar lo que nos pasa. Fácil y difícil. Como irse siguiendo algo.