"Su razón" -Cuento corto-

Situación uno: Ramiro escribía para alguien que no conocía. Todos los días desde hacía cuatro años. Cientos de renglones, de teclado y tinta porque cuando le surgía la inspiración se dejaba llevar también en los viejos cuadernos de apuntes. Lo único que lo detenía era una palpitación. Su corazón todos los días a las nueve de la noche se agitaba hasta asustarlo. Fue a médicos y no tenía nada, estaba normal. De a poco se fue preocupando y por temor a sentir algo malo cada vez escribía menos cerca de esa hora. Le dijeron que podía ser una señal de ella. La que no tiene nombre, porque los escritos arrancan dia a dia con un “para ella”. El homenaje desconocido. Encerrado en su dilema, a la noche Ramiro prefería salir a tomar aire. En taxi hasta costanera y ponerse a mirar un poco el rio. Hoy juntó sus escritos en una mochila con ganas de tirarlos al agua. Situación dos: es imposible que Cinthia se quede quieta. En su casa las sillas no se usan, vive de acá para allá todo el tiempo moviéndose. Está de novia hace cuatro años, las amigas le dicen que debería ir apurando el trámite. Y esa noche lo hará con el viejo truco de la cena y al final la pregunta. Que hará esta vez ella. La pasa su novio a buscar por el trabajo y van al restaurante. De camino se prende el celular de él, que estaba al lado de la radio. Ella le gana y lo toma primero. Atiende y el “¿mi amor?” le hizo pegar un grito. Tiró el teléfono contra el piso. Él le dijo que en la cena iba a explicarle. Que ya no tenía sentido seguir pero que era un cobarde. “En eso estamos de acuerdo” dijo Cinthia, que le pidió que la dejara ahí. Se quería bajar. No había espacio en ese auto para ambos. Situación tres: son las nueve de la noche. Ramiro siente la palpitación, puntual, y se asusta. Decide tirar las cartas al rio dentro de la mochila. Se la saca y la va a revolear. Una mujer lo ve, cree que se va a suicidar y le grita “¡no lo hagas!”. Ramiro espera que ella se acerque, le explica que son cartas para nadie. Vio a la mujer elegante pero triste. Cinthia le dijo que ella también tiraría cuatro años al rio. Cuatro años esperándose. Ramiro la miró y aprendió a dejar palpitar su corazón todos los días por alguien. Y ella, ahora, se volvió su mejor lectora diaria. Su razón. La que tras cuatro años, se reflejó en los renglones de él.

1 comentarios:

Gabriel dijo...

“Su razón”-Cuento corto. El utópico sueño de que en realidad uno siempre le escribe a alguien, sin saber exactamente a quién. Y que la gracia está en no saberlo nunca. Como quien aleja su destino. Quizás sea de ese modo. Mientras, ¡recomiendo escribir!.